Motores pequeños con la misma cantidad de potencia. Los motores con turbo brindan la capacidad de mejorar la potencia sin necesidad de tener un motor más grande dentro de tu vehículo.
Mayor rendimiento a gran altitud. En las altitudes más altas se encuentra una presión de aire más baja, debido a esto un motor normal produce menos potencia. El motor turbo alimentado al contrario mejora, debido a que hay una diferencia de presión entre el aire delante del turbo y la presión más baja en el escape. El turbo aumenta la densidad de aire que entra al motor generando más potencia en subidas y gran altitud.
Emisiones reducidas. Un motor turbo alimentado por lo general suele ser más pequeño que un motor normal, por lo tanto quema menos combustible y genera menos dióxido de carbono, al entregar más aire al motor, el turbo permite que la combustión del combustible sea más eficiente y eficaz, lo que la hace más limpia.
Menor consumo de combustible. El motor con turbo usa menos combustible para generar su potencia normal debido a que el turbo permite tener un proceso de reutilización de energías mucho más eficiente. Como ejemplo, podemos hablar de dos vehículos que ambos producen 200 caballos de potencia, la versión que tiene turbo puede generar esta potencia con sólo cuatro cilindros, mientras que el motor de aspiración normal necesitara de seis.